“La única revolución real está en la ilustración de la mente y en la mejora del carácter; la única emancipación real es individual, y los únicos revolucionarios reales son los filósofos y los santos.” Wil y Ariel Durant (La historia completa de la civilización).
Comenzar estas palabras con una cita es una manera de no perder el objetivo de este artículo, y lo es, para incidir en los dos planteamientos que quiero desarrollar a continuación.
Somos las personas, los hombres y las mujeres, los que estamos en el centro de cualquier revolución. Si, en el artículo anterior, de este blog, disertaba sobre el “un mundo en transición”, en el que vivimos, en éste, quiero incidir en la idea de quién ha creado la necesidad de ese tránsito y quiénes lo estamos viviendo.
En los anales de la historia, este tiempo nuestro será estudiado como el período en el que la ciencia y la tecnología propiciaron el cambio a una sociedad digital. También, el veredicto histórico, juzgará si fuimos capaces de hacer un traspaso a una dimensión humana, cuyos logros propiciaron el nacimiento de sociedades capaces de vivir en armonía o, por el contrario, el sueño científico-tecnológico hizo realidad las distopias de la ciencia ficción.
En estos días he leído el manifiesto Cluetrain y el manifiesto sobre el Transhumanismo, ambos nos pueden ayudar a entender la nueva sociedad que estamos generando.
El manifiesto del Trashumanismo fue elaborado en 1998 y durante estos años ha sido modificado por sus creadores, por otros autores y por diferentes organizaciones. El manifiesto consta de ocho puntos y diserta, básicamente, sobre la simbiosis hombre-máquina, es decir, en la aplicación de elementos tecnológicos a nuestros cuerpos y mentes con la intención de mejorar nuestra especie, intención controvertida y no exenta de una reflexión ética. Veamos que dice el manifiesto:
1.- La humanidad será profundamente afectada por la ciencia y la tecnología en el futuro. Nuestra visión incluye la posibilidad de ampliar el potencial humano sobre pasando edad, adquisición lenta de conocimiento, sufrimiento involuntario, así como nuestra permanencia en el planeta Tierra.
Si reflexionamos sobre la primera línea de este manifiesto, debemos actualizar la palabra futuro, dado que en nuestra sociedad hay prótesis mecánicas que ayudan a caminar a personas con sus extremidades amputadas o chips que controlan el temblor de los enfermos de Parkinson o la dosis de insulina de los diabéticos.
2.- Creemos que el potencial de la humanidad mayoritariamente se encuentra no realizado. Existen posibles escenarios que conducen a condiciones humanas maravillosas y mucho mejores.
Pienso, que todas las generaciones humanas han sentido, en un momento u otro, que no habían desarrollado todas sus capacidades, se puede decir que es uno de los motores de la Humanidad.
3.-Reconocemos que los seres humanos enfrentan riesgos serios, especialmente ocasionados por el mal uso de las nuevas tecnologías. Existen escenarios reales que podrían llevarnos a la pérdida de casi todo o todo de lo que consideramos valioso. Algunos escenarios son drásticos, otros son sutiles. Aunque todo progreso es cambio, no todo cambio representa progreso.
Es posible que se puedan crear escenarios que propicien el nacimiento de sociedades mejores y maravillosas, ahora bien, también se pueden hacer realidad algunas de las pesadillas imaginadas sobre nuestro futuro. Se atribuye a Francisco de Goya la frase: “El sueño de la razón produce monstruos”. De nuestras decisiones depende.
4.- Se requieren esfuerzos de investigación para la comprensión de estos prospectos. Es necesario deliberar cuidadosamente sobre la mejor manera de reducir los riesgos y generar aplicaciones benéficas. También se requieren foros donde podamos discutir constructivamente lo que debe hacerse y el sistema social donde se tomen responsablemente decisiones.
La realidad acabará imponiendo un cambio profundo en nuestras sociedades. Pensar, actuar y crear las bases de una nueva civilización es un deber moral y social.
5.- Reducción de riesgos para nuestra existencia como humanos y el desarrollo de medios de preservación de la salud y la vida, el alivio del sufrimiento grave y el incremento de la sabiduría y visión humanas debe estar dentro de las prioridades urgentes.
Este punto es fácil de asumir. Quizás una pequeña objeción: vivir es un riesgo en sí mismo.
6.- La creación de políticas debe estar guiada por una visión amplia y responsable, tomando en consideración de manera seria tanto los riesgos como las oportunidades, respetando la autonomía y los derechos individuales y mostrando solidaridad y preocupación por los intereses y dignidad de todos los pueblos del planeta. Debemos considerar nuestra responsabilidad moral hacia las generaciones venideras.
En este momento de crisis parece que se olvida la responsabilidad moral, no solo hacia las generaciones venideras, también, hacia la generaciones actuales cuando se las excluye de las oportunidades que genera la sociedad digital. Se debe propiciar el aprendizaje continúo que permita la adaptación, de las personas excluidas e incluidas, a una sociedad en permanente evolución.
7.- Nuestra recomendación es el bienestar de toda criatura, lo que incluye animales humanos y no humanos, así como cualquier futuro intelecto artificial, formas de vida modificadas y otros tipos de inteligencias que surjan a partir de los avances científicos y tecnológicos.
¿Cómo se logra ese bienestar?, ¿cómo detenemos la extinción masiva de fauna y flora?, qué reglas éticas y qué moral de convivencia deben regir entre vidas naturales y vida artificial?
8.- Favorecemos la visión que los individuos deben ser los que decidan y elijan sobre su vida. Esto incluye el uso de técnicas que pueden incrementar la memoria, la concentración y la energía mental; terapias para extender la vida; elección de tecnologías reproductivas; procedimientos criónicos; y cualquier posible modificación humana con tecnologías de mejoramiento.
El transhumanismo propone la creación de una humanidad cibernética cuya condición humana no se parecerá a lo que entendemos como humano.
El manifiesto Cluetrain es más de presente, enfocado al mundo de la empresa y sus conexiones. En un mercado de redes sociales, de marketing on line, entre otras herramientas tecnológicas, este manifiesto, nacido el mismo año (1999), en el que se acuñó el término Web 2.0, busca la manera práctica de tener una mayor presencia de las empresas en Internet y, sobre todo, el fomento de una comunicación directa entre las empresas y los consumidores. Y, lo hace, incidiendo en nuestra humanidad y no en la tecnología, en este caso, las herramientas digitales son utilizadas para atender a los clientes como personas. Las tecnologías de la información y el conocimiento deben propiciar la comunicación y el intercambio entre consumidores y empresas creando un mercado red y accesible.
Pensaba en transcribir los 95 puntos del manifiesto. Desisto, dado que el mismo lo puede encontrar el lector en la Red. También, me abstendré de cualquier comentario. Juzgue el lector por sí mismo y converse con este blog.
Por Juan Jesús Aznar Socio fundador de Giroquàntic.